Teletrabajo y comunicaciones unificadas: nuevas tendencias post-pandemia

Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, publicó el 24 de abril un informe sobre el teletrabajo y sus tendencias por países.

Durante la crisis de COVID-19, el trabajo desde casa se convirtió en una práctica común en la UE. En 2019, aproximadamente el 5,5% de los empleados entre 20 y 64 años trabajaban habitualmente desde casa, cifra que se duplicó en 2020 al 12,3% (con un pico cercano al 40%) y aumentó ligeramente al 13,5% en 2021. Este cambio refleja no sólo una adaptación rápida a las circunstancias impuestas por la pandemia sino un cambio social de mayor calado

En España, que se encuentra en el decimosexto puesto con un 7,1% total de teletrabajadores, por detrás de países como Malta, Letonia o Portugal, la tendencia también ha sido ascendente, siendo más notable en áreas urbanas y capitales, donde la infraestructura y la conectividad favorecen esta modalidad de empleo y donde el ahorro en desplazamientos suele ser más significativa.

Comparativamente, países como Finlandia, Irlanda o Suecia muestran tasas más altas de trabajo desde casa, con regiones como Estocolmo y Helsinki-Uusimaa con porcentajes de teletrabajadores que superan el 35%. Esto puede atribuirse a políticas laborales flexibles y a una mayor digitalización de las empresas en estos países.

El informe también destaca diferencias de género, edad y estatus profesional en el trabajo desde casa. En general, las mujeres trabajan desde casa en mayor proporción que los hombres, y los trabajadores más jóvenes tienden a hacerlo menos que los de mayor edad.

En resumen, el mercado laboral español, al igual que otros mercados europeos, ha experimentado un cambio significativo hacia el trabajo desde casa, impulsado por la necesidad de adaptarse primero a las restricciones de la pandemia y por un cambio cultural hacia la flexibilidad laboral. Este fenómeno tiene implicaciones importantes para el futuro del trabajo y las políticas de empleo.

Principales retos a los que se enfrentan los ciudadanos europeos para teletrabajar:

  1. Muchas tareas o puestos de trabajo exigen presencia física en un lugar determinado.
  2. Una parte de las empresas en Europa aún se resisten a adoptar el teletrabajo, prefiriendo modelos de trabajo presencial.
  3. Cambio de tendencia: algunas grandes empresas han decidido reducir, desincentivar o eliminar el teletrabajo, lo que está generando tensiones con los empleados. Es muy llamativo, por ejemplo, el caso de Zoom que precisamente se dedica al desarrollo de herramientas colaborativas para teletrabajo.
  4. Dificultades para acceder a las herramientas y tecnologías necesarias: pese al auge en la pandemia de las UCAAS (UnifiedComunications As A Service) algunas empresas no disponen aún de las herramientas y tecnologías necesarias para teletrabajar de forma segura y productiva.
  5. Falta de capacitación y habilidades digitales: no todos los empleados tienen las habilidades digitales necesarias para teletrabajar de manera efectiva y segura.
  6. Infraestructura digital inadecuada: la falta de acceso a internet de alta velocidad, especialmente en zonas rurales, dificulta el teletrabajo eficaz.
  7. Aislamiento social: el teletrabajo puede reducir la interacción social con los compañeros de trabajo, lo que puede afectar negativamente al bienestar emocional, a la motivación y al sentimiento de pertenencia al grupo tan necesarios.
  8. Preocupaciones por la seguridad de los datos confidenciales al trabajar desde casa.

¿Qué son las Comunicaciones Unificadas y cómo ayudan en el teletrabajo?

Las UCaaS (Comunicaciones Unificadas como Servicio) son una solución basada en la nube que integra diversas herramientas de comunicación y colaboración en una única plataforma. Esto incluye servicios como llamadas, chat, videoconferencias y audioconferencias. Una de las principales ventajas de las UCaaS es la implementación rápida y la mayor movilidad para los empleados, ya que pueden acceder a las comunicaciones de la empresa desde cualquier lugar y dispositivo1. Además, las UCaaS pueden representar un ahorro de costes significativo al eliminar la necesidad de hardware dedicado y mantenimiento on-premise, y al ofrecer una tecnología siempre actualizada sin inversiones adicionales en actualizaciones de software1.

En cuanto a su funcionamiento, las UCaaS operan en un modelo de entrega en la nube, lo que permite a las empresas tener más control sobre sus procesos y flujos de trabajo. Los empleados están mejor conectados gracias a la integración de plataformas y la extensibilidad de las mismas, lo que facilita la organización y aumenta la eficiencia y productividad en el área de trabajo. Las herramientas comunes en las plataformas UC incluyen teléfono VoIP, mensajería instantánea, correo electrónico, reuniones online, conferencias, calendarios y programación.